Enamoradísima de Benjamín Amadeo, cuenta qué la sedujo del actor y cómo lo conquistó, y revela los deseos que tiene para este año.
Mira Los Scans A continuacion ...
“Tranqui, no te hagas problema!!!”, me escribe por
mensaje de texto cuando le aviso que estoy en camino, demorada por el tránsito
porteño. Y al llegar al bar en el que hacemos la entrevista, la encuentro
sentada en una mesa, muy relajada, con anteojos negros, mirando su celular,
quizá chequeando lo que le escriben algunos de sus más de 600.000 seguidores en
Twitter. Apenas me ve, levanta los brazos y exclama: “¡Qué bueno que llegaste, sentate!”.
Punto a favor: no le molesta que la hagan esperar, aún cuando conoció la fama
desde los 11, al convertirse en una ídola adolescente por sus actuaciones en
Rincón de luz, en Casi ángeles y con la banda Teen Angels. “Tomé mi crecimiento en los medios de una forma muy natural. Ni
siquiera recuerdo el día en que mi vida cambió por la fama, o el primer
autógrafo que firmé. De hecho, el momento que más me impactó en mi carrera fue
cuando vi por primera vez a Cris Morena, a quien admiraba de chica”, cuenta.
Ahora, con 21, abandonó ese lado teen para mostrarse más sexy en distintos
trabajos y producciones de fotos, como la de Cosmo. “Pasé la barrera de los 20 y me gusta explorar otras facetas de mi
personalidad. Si hago fotos sensuales es porque me divierte. Además, mi entorno
está acostumbrado a verme como la chica de barrio, resencilla, y me copa
sorprenderlos con cosas jugadas”, dice al recordar su infancia en Parque
Patricios, y agrega: “Mi familia es la responsable de
que no me haya mareado con la fama. Mi papá es profesor de fútbol, mi mamá
tiene una empresa de catering, mi hermano, de 22, es jugador de fútbol y mi
hermana, de 25, trabaja en una oficina. Tengo en claro que mi vida cambió con
la actuación, pero yo sigo igual. Y no existo si no vuelvo dos veces por semana
al barrio para comer asados y tomar mates con mi familia”. Luego de actuar en
Cuando me sonreís y de hacer Las brujas de Salem en el teatro, este mes se
prepara para debutar en las grandes ligas de Pol-ka con la tira Solamente vos
(El Trece), junto a Adrián Suar y Natalia Oreiro. “Ellos tienen
la humildad de los grandes. Adrián es muy divertido y se la pasa
haciendo chistes. Natalia hace malabares para grabar con su bebé de once
meses. Es una supermamá, sencilla y generosa”, dice.
En el programa, Lali vuelve a compartir el set con Eugenia “La China” Suárez,
con quien siempre se rumoreó que había chispas y celos. ¿Es cierto? “En realidad, nunca hubo mala onda entre nosotras. Después de Casi
ángeles, dejamos de vernos porque cada una tenía sus propios proyectos. Más
allá de que nos hayan puesto en veredas opuestas, la quiero mucho”, sostiene. Sobre el
embarazo de Eugenia con Nicolás Cabré dice poco y nada, salvo que le parece
perfecto ser madre tan joven. “Los tiempos cambiaron. Hay que
liberarse de la creencia de que la mujer tiene que esperar hasta determinada
edad para quedar embarazada. Yo soy muy abierta en mis pensamientos y no tengo
tabúes. Con mi mamá hablamos de sexualidad y de novios, sin pudores. Y mi
hermana es mi primera confidente, aquella a quien le conté desde mi primer
piquito hasta mi actual historia de amor”, revela al referirse al actor Benjamín
Amadeo, con quien sale desde hace dos años y medio, luego de su romance con
Peter Lanzani. De hombres, de amor, de sus expectativas para este año y de
mucho más, nos cuenta en esta nota.
Cosmo: ¿Sufriste complejos con tu imagen al crecer en un medio con tanta
exposición, como la televisión?
Lali: Sí, pero no fue algo
traumático. De repente, a los 16, me cambió el cuerpo y pensé: “Epa, ¿y esta cola de dónde salió?”. Para colmo, la
televisión engorda 4 kilos (“aclarame eso en la nota, te lo pido”, dice en broma). Por
eso, cuando la gente me ve en la calle, lo primero que me dice es: “Qué flaquita que sos”. Por suerte, el tema de la imagen nunca
me afectó al punto de hacer dietas estrambóticas o de dejar de comer. Y me pone
mal la preocupación excesiva que hay en la sociedad por lograr un cuerpo
perfecto. Veo que muchas chicas de 15 están pendientes de su peso y me parece
una locura. A esa edad, a mí me preocupaba si el chico que me gustaba me daba
bolilla, no si tenía unos kilos de más. Hay que tener los pies sobre la tierra
para que esas cosas no te afecten. Personalmente, me ayudó focalizar mi energía
en la actuación, no en ser modelo de alta costura. Tengo en claro que mido 1,50
y nunca intenté alcanzar ideales imposibles. De hecho, mi baja estatura jamás
me traumó. Siempre reemplacé la falta de centímetros con mucha actitud (risas).
Y claramente con tacos, algo que abunda en mi guardarropa.
C: ¿Cuándo te
sentís más sexy?
L : Cuando bailo. La música me potencia.
Sola frente al espejo, en la disco o arriba del escenario, cuando muevo las
caderas me olvido de todo y me desinhibo más que nunca. En mi tiempo libre,
hago seminarios de ritmos. Hace poco, fui a uno de hip hop que dictó el
coreógrafo de Beyoncé y estuvo genial. Además, debo confesarte que algún
noviecito me ha dicho que cuando bailo soy muy sexy (risas).
C: ¿Qué deseos
tenés para este año?
L : Laboralmente, espero
que le vaya bien a la tira. Hay mucho esfuerzo puesto en el programa. Me
divierte interpretar a la hija mimada de Adrián (Suar), y tener una relación de
amor y de peleas con mi hermana mayor, que sería Euge Suárez. Además, quiero
que sea un año de crecimiento personal.
C: ¿Te gustaría ser madre joven,
como “La China” Suárez?
L : Sí. No es algo que
esté buscando ahora, porque estoy disfrutando de mi carrera y de mi noviazgo,
pero no tendría conflicto con ser madre a los 21. Quizá no me divierte el tema
de la boda y de la iglesia. Pero tengo raíces italianas y fantaseo con la
imagen de la familia numerosa reunida para almorzar en una mesa larga. Es la
manera en la que me crié, y en unos años deseo repetir ese modelo, porque soy
feliz cuando estoy con los míos.
<!-- more -->
Etiquetas: Entrevistas |
Publicar un comentario